El Pirineo Aragonés, 2 de junio de 2017
Jaca ofreció su último adiós al doctor Pedro Montserrat con un acto institucional y una excursión científica
«Fue el alma y el corazón de la botánica y de una forma de entender la montaña»
R.G.- La población de Jaca despidió al creador del Herbario, al visionario del estudio de los pastos y al botánico de talla internacional, pero también dio su adiós a un soñador y a un hombre práctico, en definitiva, a Pedro Montserrat Recoder, en el homenaje póstumo organizado conjuntamente por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto Pirenaico de Ecología (IPE) y el Ayuntamiento , durante el pasado fin de semana.
Cerca de 80 personas asistieron al acto oficial del viernes en el Ayuntamiento donde intervinieron el alcalde, Juan Manuel Ramón, la delegada del CSIC en Aragón, María Jesús Lázaro, además de dos representantes del IPE, su director, Blas Valero, y el investigador Luis Villar; y uno de sus hijos, José María Montserrat, exdirector del Jardín Botánico de Barcelona. Medio centenar de vecinos participaron además el sábado en la excursión científica a la Peña Oroel, uno de los montes predilectos del profesor, nacido en Mataró [Barcelona] en 1918. Daniel Gómez, investigador del IPE, guió la salida medio ambiental, en el marco del proyecto Ciudad Ciencia.
«Si hoy (por el pasado viernes) estarnos aquí, no es porque Pedro Montserrat murió el 4 de febrero, sino por su intensa relación con la ciudad, los montes y la sociedad», aseguró Juan Manuel Ramón, que destacó su trabajo en el Instituto Pirenaico de Ecología y sobre todo, la creación del Herbario Jaca, «el tercero mejor de España y el más importante del Pirineo».
«Para Jaca, ha sido un honor que Pedro Montserrat nos eligiera», concluyó el alcalde, que subrayó «su pasión» por su trabajo y agregó que «puso una semilla muy grande en mucha gente». Además, agradeció la presencia de su segunda mujer, Mª Pilar Torrens y varios de sus hijos.
«El CSIC no podía faltar en este homenaje, porque Pedro Montserrat le dio reputación internacional en el área de los recursos naturales», comentó María Jesús Lázaro, que definió al biólogo y ecólogo como «un trabajador incansable» que «destacó por sus ideas revolucionarias en investigaciones que posicionaron al IPE donde ahora está». Su carrera -especialmente entre 1960 y 1985- «fue un ejemplo de dedicación para sus compañeros, como fundador del Herbario JACA e impulsor de la agroecología».
«Durante muchos años , el doctor Pedro Montserrat fue el alma y el corazón de la botánica y de una forma de entender la montaña, que en su tiempo fue revolucionaria y ahora es algo común: integrando la actividad humana dentro del medio natural», indicó Bias Valero, para el que el profesor «fue un sabio más allá de su tiempo y tuvo una capacidad integradora, por lo que los investigadores del IPE de ahora y del futuro siempre le estaremos agradecidos» .
Según el director del Instituto, «fue un visionario» y en lo relativo al Herbario, apuntó que «no solo se dio cuenta de que era importante estudiar las plantas, sino que había que preservarlas». También resaltó sus estudios sobre el cambio global, porque «la única forma que tenemos de saber cómo era el Pirineo hace 50 años es porque fue a determinados sitios y tomó muestras».
«Pedro Montserrat fue un soñador y un hombre práctico que quiso contribuir al desarrollo sostenible del mundo rural», dijo Blas Valero, al valorar «su aproximación certera y humilde a los problemas», además del uso pionero de términos como ecosistema o sostenibilidad.
Uno de sus discípulos en el Instituto Pirenaico de Ecología, el investigador Luis Villar, declaró que «con la muerte de Pedro Montserrat, se pierde un referente y un maestro de la botánica en Aragón y el decano en España». Además, «fue memoria viva» del IPE junto al fallecido Enrique Balcells, y de los antecedentes del centro investigador.
También destacó que «durante 30 años, publicó artículos sobre los pastos, que ilustró con ejemplos del Pirineo aragonés». Señaló que «Ordesa y Guara le dejaron huella» y recordó sus múltiples trabajos, como «estudios de pastos en Aísa y Borau, o de ordenación de los montes en Ansó».
Su inmenso legado se puede consultar en la web www.pedromontserrat.es, creada y administrada por su discípulo José Luis Benito, con la ayuda de María Luisa Cajal.
Por último, José María Montserrat glosó la trayectoria de su padre desde el punto de vista humano. «Gracias a un buen monje, a un mal maestro y a una buena madre, consiguió cumplir su gran sueño de cursar la carrera de Ciencias Naturales en Barcelona», dijo el primogénito del doctor, que recordó que «tras el trauma de la Guerra Civil, ingresó como novicio en el Monasterio de Montserrat y llegó a prepararse para profesor», antes de orientarse hacia el estudio de la naturaleza.
«En 1965, decidió venir a Jaca para crear el Herbario, porque era lo que mejor sabía hacer. Aquello supuso renunciar a muchas cosas , pero le dio la oportunidad de desarrollar el interés de su juventud, estudiar la flora del Pirineo» , apuntó el botánico, que agregó que su padre «se sentía muy orgulloso» de sus reconocimientos comarcales, como el Sueldo Jaqués y el premio Truco.
Tras las intervenciones, tuvo lugar la proyección de unas fotografías de Pedro Montserrat y se abrió un turno de preguntas para que los asistentes pudiesen dedicarle unas palabras.
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